La presente crisis sanitaria desatada por la COVID-19 invita a hacer algunos apuntes desde una perspectiva marxista. En primer lugar, sobre el origen de la pandemia, desprovistos de los conocimientos técnicos necesarios no hay mucho que podamos agregar; las respuestas vendrán como resultado de la investigación científica (hace falta formular esta obviedad debido a la circulación de explicaciones conspirativas).
Pero más allá de los fundamentos biológicos de la enfermedad, sí podemos señalar
ciertas condiciones estructurales de tipo social que son determinantes para la transmisión del virus desde animales salvajes hacia el ser humano. Aquí se conjugan dos factores: por un lado, la producción industrial de carne (porcina principalmente) en granjas masivas, y, por el otro, la presión hacia el consumo de animales salvajes ante la carestía de la vida en zonas de reciente industrialización. Estos fenómenos son típicos del modo capitalista de producción y constituyen el substrato de grandes pandemias de ayer y de hoy, tales como las grandes gripes o el VIH (para una exposición mucho más detallada, este artículo de amplia circulación). Si esos fenómenos se hallan en su origen, la internacionalización creciente de los capitales y el desarrollo del mercado mundial (en sí mismo un fenómeno históricamente progresivo) han facilitado enormemente su difusión por todo el globo. A este respecto, hay que señalar que al inicio de esta crisis muchos se apresuraron a señalar como responsable de esta al cambio climático o al neoliberalismo, pero ninguno de los demonios de cabecera de la izquierda burguesa apunta a la raíz del problema, el capital. Esta pandemia constituye un fenómeno estrechamente asociado al despliegue histórico del capital, lo que implica que a) el análisis de sus causas no puede ser desligado del régimen social capitalista b) es un fenómeno que puede repetirse en el futuro. Continuar leyendo «Algunas consideraciones sobre la pandemia»